Motivo de
controversia durante siglos, las angulas siempre han constituido un misterio
acerca de sus orígenes. Tal es el caso que hasta hace ochenta años se dudaba si
las angulas y las anguilas pertenecía a la misma especie. Hoy se sabe, sin
duda, que las angulas son los alevines de las anguilas.
La anguila era
muy apreciada pos los romanos y se consumía abundantemente durante la Edad
Media. La angula también era conocida en la antigüedad clásica.
La anguila es un
pez con forma de serpiente y piel viscosa, Nace en el mar de los Sargazos, en
el Atlántico Norte, pero crece y se pesca en aguas dulces. Las larvas
-Popularmente llamadas angulas- viajan durante meses hacia las costas de Europa
arrastradas por las corrientes marinas.
En el momento que entran en los estuarios son transparentes y miden de 6
a 9 cm.
Parece que hoy
en día están desapareciendo de nuestras costas debido a una sobrepesca
incontrolada, tanto en fase de anguila como de angula.
Las técnicas de
pesca no han variado demasiado y siguen siendo bastante artesanales. Un cedazo,
una caja y un farol son los elementos indispensables.
La temporada de
la angula varía pero suele ser desde noviembre hasta marzo o abril si el clima
es favorable y llueve.
Las angulas se
matan con tabaco, a continuación se enjuagan en varias aguas para retirar el
mucus y una vez limpias se sumergen en agua salada en plena ebullición.
Su preparación
clásica es -a la bilbaina- en una cazuela de barro con aceité, ajo y guindilla.
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