Preparar un almíbar con el agua y el azúcar. Cuando
esté en su punto, se vierte, poco a poco, sobre las yemas, removiendo sin
cesar. Poner al fuego sin dejar de removerlo y cuando está bien caliente se
aparta del fuego y se deja enfriar la masa.
Una vez fría, se trabaja con el azúcar glas en la
cantidad que admita la masa.
Se van tomando pequeñas porciones de la misma, a las
que se va dando forma de bolitas y se van disponiendo sobre una placa al horno
ligeramente engrasada.
Por último se pone un poco de azúcar glas encima de
cada yema y se quema con una pala al rojo de las que se utilizan para quemar
las cremas.
Al retirarlas del horno (se habrán tenido sólo unos
minutos) se van poniendo cada una en un recipiente de papel rizado.
36. Postres - 028
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