Después de
estirar el bastón lo más fino posible, se corta con moldes de dos medidas, el
primero de 4 y el segundo de 3 centímetros de diámetro. Las primeras piezas
cortadas, se colocan en latas pintándolas con huevo batido. A las otras piezas,
se les hace un agujero en el centro con molde de 1 centímetro y se las coloca
sobre las que fueron cortadas en primer término. Después de pintarlas con huevo
batido, y una vez que hayan tomado el punto necesario, se hornean. Cuando están
frías se rellenan los agujeros con pulpa de damasco rosada.
38. Pasteleria
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