Una libra de manteca de
cerdo se amasa con otra de harina de trigo; cuando está bien trabajada esta
masa, se le añade una libra de azúcar molida y una raspadita de limón. Se
vuelve a trabajar la masa, y esta operación da por resultado una pasta compacta.
Se da forma a los mantecados y, puestos en papeles, se meten en el horno, que
ha de estar a medio temple.
38. Pasteleria
No hay comentarios:
Publicar un comentario