6 tomates
(bien maduros); 1 diente de ajo, 1 hoja de laurel, una cebolla, 1 ramita de
tomillo, sal, pimienta y mantequilla.
Lávense los tomates, pélense y, cortados a pedazos, se
echarán en una cacerola con el laurel, el tomillo, el ajo y la cebolla cortada
en rodajas.
Todo junto debe hervirse a fuego moderado, sin añadir agua, y vigilando la
operación, cuidando de revolver los tomates de minuto en minuto, con el fin de
que no se agarren al fondo de la cacerola.
Cuando han entregado todo su jugo, se pasa la salsa por un colador fino, machacando los tomates con la mano del almirez para
separar las pieles que puedan haber quedado y las semillas.
Vuélvase a poner la salsa al fuego, sazónese con sal,
pimienta y un poquitín de mantequilla y déjese hervir unos 20’.
31. Salsas - 023
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