Se limpian y sacan de sus conchas las ostras, que se
cuecen un poco en vino blanco, agregándoles después un poco de caldo de
pescado, a ser posible.
Hecho esto, se reduce la salsa a una tercera parte; se
aparta entonces y se deja enfriar un poco para ponerle dos o tres yemas de huevo
batidas; se mueve bien, se cuela y vuelve al fuego, añadiéndole las ostras
cortadas menudas y se sirve caliente.
31. Salsas - 023
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