Una vez se le han quitado
las primeras hojas, que siempre son las más verdes, se corta la lechuga en
pedazos no muy grandes y se lavan con mucha agua, procurando que no quede
tierra en ninguno de ellos.
Bien escurrida, se coloca
la lechuga en la ensaladera y se la sazona con aceite, vinagre, sal y un poco
de pimienta, calculando 3 cdas de aeite por cada una de vinagre. La mejor
manera de preparar la ensalada es rociándola primeramente con el vinagre,
poniéndole luego la sal y la pimienta y acabando con el aceite.
Se remueve con cuidado para
no estropear las hojas de lechuga, y se sirve tan pronto como esté
condimentada.
No es conveniente echar
primero el aceite, puesto que éste impediría que las hojas absorbiesen bien el
vinagre, y la sal tampoco podría penetrar debidamente en la lechuga.
13. Ensaladas - 024
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