Esta ensalada, más carnosa
y dura que la lechuga, tiene sobre ésta la ventaja de conservarse fresca más
tiempo. Las hojas externas deben arrancarse, pues es completamente imposible
aprovecharlas.
Se sazona la romana en las
mismas proporciones que la lechuga, es decir, poniéndole 3 cdas de aceite por
una de vinagre.
Si se añade un poco de
chalote bien picado, la ensalada de lechuga romana resultará más sabrosa aún.
13. Ensaladas - 024
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