Se baten bastante rato doce yemas de huevo y se les añade azúcar molida; se pone un litro de leche a hervir y media onza de café, pasándolo por la cafetera, para, que sólo quede el gusto, y cuando está, se va echando a las yemas batidas sin parar de moverlo, y así se pone al fuego, siempre moviéndolo, y cuando hierve un poco, se echa en una fuente para servirlo.
36. Postres,
No hay comentarios:
Publicar un comentario