Necesitamos un coco.
Una vez pelado, lo rayamos. Poned
agua caliente, 1/2 litro, con el coco en infusión unos minutos. Con un colador
y un recipiente debajo iremos cogiendo la pulpa y la iremos apretando, tanto
entre las manos como contra el colador. El líquido ha de caer al recipiente a
través del colador. La pulpa la reservamos. Haced esto con todo el coco y
volver a poner la pulpa en otro 1/2 litro de agua caliente y repetir el
proceso.
Quedará un líquido blanco, más o
menos espeso, que al pasar un rato se dividirá entre la manteca que flotará
arriba y la leche. Yo utilizo ambas, pero puede ser conveniente que quien ande
a régimen no use mucha manteca.
Este ingrediente le da un sabor
estupendo al pollo, pero también al pescado.
36. Postres,
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