En una cazuela se asa carne o gallina,
pero lo último es preferible, con cebolla a pedazos, un trozo de canela y vino
bueno; cuando está frito, se pica la carne con la cebolla bien fina, se añade
un poco de jamón, se pone otra vez en la cazuela, se retira la canela y se le
añade harina y leche; cuando está espeso, se le echa una yema de huevo batido
para unir la pasta, y se deja enfriar. Se tienen preparadas unas hostias enteras,
se mojan en huevo y se ponen encima de galleta molida, nada más que de un lado,
y del otro se rellenan de la pasta preparada; se enrollan bien, se unen los
dos extremos y se forman las coronillas. En una sartén con bastante manteca se
fríen, colocándolas en la fuente una al lado de otra, y entre los huecos se
puede adornar con una rama de perejil, rabanitos u hojas de lechuga blanca.
22. Fritos
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