Después de limpias las perdices se
ponen en una olla y se echa dos jícaras de aceite, una de vino blanco, una
cucharada de vinagre, cuatro jícaras de agua, una cabeza de ajo, una cebolla a
ruedas, dos granos de clavillo y cuatro de pimienta, una hoja de laurel, una
ramita de perejil y sal. Se pone un papel de estraza debajo de la cazuela con
agua.
Cuando están cocidas se sacan las
dos perdices a una cacerola, se pasa la salsa y se espesa con chocolate y
corteza de pan tostado y molido; la perdiz así es sabrosísima.
Aves y caza - 03. - 037
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