Se baten seis claras a
punto de merengue, y aparte se baten seis yemas, y cuando están bien unidas, se
les va agregando un cuarto de kilo de azúcar molida, y cuando esto se ha hecho
una pasta, se le unen las claras anteriormente dichas.
Se tiene untado con
mantequilla un molde que resista al horno y se pone en él toda la pasta, se
mete al horno, que debe estar lo más fuerte posible, para que suba en seguida.
Al llevarlo a la mesa, se
le vierte por encima una copa de coñac y se le prende fuego.
Aparte de ser un postre
de mucho efecto, es sabrosísimo.
36. Postres
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