Las pechugas se cortan lo más finas
posible y anchas; se adoban con un preparado de aceite, limón, canela, pimienta
blanca y sal; esto bien unido, se untan las pechugas, envueltas luego en
galleta molida, y se cubren de clara de huevo hecha a punto de merengue bien
montadas. En la sartén, con manteca abundante, se fríen y se colocan en una
fuente; se pueden servir como frito, y si se quiere con salsa; se tienen los
pellejos y huesos de las pechugas hervidos con un poco de jamón y leche; se
pasa por un tamiz encima de las pechugas para servirlos calientes.
36. Postres
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