En un vaso y medio de
leche y dos cucharadas de harina se deslíe con el azúcar necesario un trozo de
canela y una corteza de limón.
Se pone al fuego,
moviéndolo continuamente; se tienen preparadas tres hojas de cola de pez a pedazos;
se echa moviéndolo hasta que se espese. Se retira del fuego, para que se
enfríe. Se quema el molde, que se ha de poner como los demás flanes. Cuando
está frío, se echan cuatro yemas de huevo y se vuelven a poner al fuego, para
que espesen más. Se retira del fuego, y las cuatro claras muy subidas se unen
bien para colocarlas al molde.
Esta última operación se
hace fuera del fuego, y, al día siguiente se saca del molde para servirlo.
38. Pasteleria,
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