Para que sea sabrosa tiene que ser la
patata cortada a rebanadas sumamente finas, en el extremo de una piel de
cebolla; se lavan en un colador para escurrirlas bien, y se pone sal; cuando
están bien secas, se fríen en la sartén con aceite bien caliente, moviéndolas
con la punta de un cuchillo para que no se deshagan; cuando se comprende que
están blandas, porque estas patatas no tienen que coger color, se tienen los
huevos que se quieran, batidos con un poco de sal, y se echan las patatas en el
plato en que está el huevo, moviéndolas bien para que se una el huevo con la
patata; se vuelve a poner la sartén al fuego con aceite, y cuando está
caliente, se hace la tortilla.
21. Tortillas
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