Se parte el pan en rebanadas como de medio centímetro
de espesor. Aproximadamente dos rodajas por persona. Se ponen a macerar en el
azúcar (la mitad de la disponible) y la leche.
Luego se pasan por el huevo batido y se fríen en
aceite bien caliente. Se van colocando en una fuente resistente al fuego, se
rocían con el azúcar restante, la canela y el vino y se ponen unos 8’ al horno.
Se sirven calientes.
36. Postres - 028
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