Se coge la anguila limpia y despellejada,
se corta en trozos como de unos cinco o seis cm.
Se ponen en una cazuela con un poco de
vino blanco, zanahoria y cebolla y un ramillete de especias, agua y sal, y
cuando se ve que están cocidas, se retira la anguila, y el líquido se pasa en
un colador a otra cacerola, y si hay mucho caldo, se deja hervir hasta
reducirlo para ligarlo con un poco de harina, y después, añadir unas yemas de
huevo y un trozo de mantequilla que quede bien espesa, para bañar los trozos de
anguila en esta pasta. Al freírlos se pasan por huevo y miga de pan, y se
fríen al momento de servirse.
15. Pescados
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