Se separan las claras de
las yemas de diez huevos; las primeras, se baten hasta que estén muy duras, y
las segundas, se baten con azúcar fina (para diez huevos, una libra de azúcar)
y se forma una crema espesa; entonces se mezclan claras y yemas y se le añaden
tres onzas de almidón en polvo; se trabaja todo un rato y se llenan los moldes,
que ya se tendrán engrasados de antemano. También se pueden poner en cajitas de
papel. Se cuecen al horno.
40. Reposteria
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