Para 6 personas
6 caballas de ración
1 vaso (de los de agua) de aceite
1 plato de harina
4 dientes de ajo
2 hojas de laurel
2 limones
1 vaso (de los de vino) de agua
Sal
Se mandan vaciar las caballas en la
pescadería, conservándoles la cabeza (o bien se hacen filetes con las dos
partes del cuerpo, quitadas la cabeza y la espina central). Se lavan y se secan
bien con un paño y se les echa sal por los dos lados y por la raja de la tripa.
En una sartén se pone el aceite a
calentar; cuando está en su punto, se pasan las caballas de dos en dos por
harina y se fríen, por los dos lados, hasta que tengan un bonito color dorado.
Se van colocando a medida que se
fríen en una fuente resistente al fuego o una besuguera contrapeadas (unas con
la cabeza de un lado y otras con la cola), para que no estén montadas. Se pelan
y se da un golpe con el mango del cuchillo a los ajos. Se le quita bastante
aceite a la sartén donde se ha freído el pescado, dejando sólo un fondo como de
unas 5 o 6 cdas soperas.
Se fríen los dientes de ajo hasta
que empiezan a estar dorados, se añade entonces la hoja de laurel, que se fríe
también; después se añaden las rodajas de 1/2 limón, se calienta bien, se añade
-fuera del fuego- el zumo de 1 1/2 limones, el vaso de agua y se vierte esta
salsa, colándola, por encima de las caballas. Se calienta unos 5’. y se sirve
enseguida.
15. Pescados,
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