El cabrito asado resulta bueno y se sirve con lechuga
fresca. Se adereza, además, del modo siguiente: En el fondo de una cacerola
honda se colocan unas lonjas de tocino delgaditas, otras un poco más gruesas de
ternera y jamón picado; se agrega una rama de perejil, pimienta, cebolla, tomillo,
zanahorias y ajo. Encima de todo esto se pone un buen trozo de cabrito,
añadiéndole una tacilla de vino blanco y otra de caldo; se pone a fuego suave y
con un papel de estraza debajo de la tapadera. Cuando esté cocido, se pasa la
salsa por un colador, adicionándole un poquito de harina tostada, y se pone de
nuevo a la lumbre por espacio de 10’.
Esta composición sirve también para liebre, conejo y
otras carnes.
Aves y caza - 03. - 045
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