Para 4
personas
6 tomates maduros grandes y carnosos, 2 pimientos
verdes, 1 pimiento rojo, 1 pepino, 1 corazón de cebolla grande, 1 diente de ajo (opcional), 2 rebanadas de pan del
día anterior sin la corteza, sal, aceite
de oliva virgen extra, vinagre.
Poner a
remojo las rebanadas de pan. Se colocan en un cuenco con agua hasta cubrirlas,
añadiéndoles un poco de sal y aceite. Se reservan.
Pelar y
trocear los tomates, los pimientos, el pepino, la cebolla y el ajo. A los
pimientos se les quita las semillas. Mezcle todos los ingredientes.
En la
batidora eléctrica, coloque la mezcla de ingredientes (en una tanda o en varias
tandas), añada un poco de agua y triture hasta conseguir una crema. Se añade el
pan con el agua, el vinagre y se bate nuevamente hasta conseguir que todo esté
bien triturado y emulsionado.
Añadir agua
fría y mezclar bien. Comprobar el punto de sal y vinagre.
Pasarlo por
un colador chino o un pasapurés, para eliminar la piel de pimiento. Al haberlos
triturado con piel, (es muy difícil pelarlos en crudo, sin llevarse la mitad
del pimiento), ésta queda flotando y es muy desagradable al paladar.
Añadir más
agua si fuera necesario, tiene que quedar una textura de crema líquida.
Introducirlo en la nevera hasta conseguir la temperatura deseada y en el
momento de servir rociar con un chorrito de aceite de oliva virgen extra, que
mezclaremos con una cuchara de madera.
Se sirve
con una guarnición de pepino crudo cortado en dados, cuadraditos de pan (normal
o tostado), pimiento cortado en cuadraditos y cebolla picada. Cada elemento en
un platito aparte para que los comensales puedan servirse a su gusto.
No hay comentarios:
Publicar un comentario