Después de preparada y cortada, se
escalda unos minutos con agua hirviendo; se escurre y pone en una cacerola con
manteca, perejil y cebolla; rehóguese y se añade harina y el caldo necesario;
se sazona con sal y pimienta; se hace cocer, se separa la gallina, se vierte
sobre ella la salsa, que se espesa con yema de huevo, y se sirve con zumo de
limón. Si se tiene que tardar un rato al servirla, se conserva muy caliente al
baño maría, para que no se corte la salsa.
Aves y caza - 03. - 037
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