Preparada la gallina y arreglada
con su correspondiente sal y pimienta, se mete en el horno, cubriendo la
pechuga con un papel blanco, untado de manteca de cerdo. Puesta en la tartera
se le rocía a menudo con una cucharada de su misma grasa. Cuando está casi
hecha se le agrega un poco de caldo. Una vez asada, córtense en pedazos,
echándoles un poco de su mismo jugo, muy bien desengrasado.
Aves y caza - 03. - 037
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