Gallina, aceite, mantequilla, zanahoria, cebolla, ajo,
perejil, jerez o vino blanco, huevo, almendras crudas, laurel, pimienta, nuez
moscada, azafrán, sal.
Se pela la gallina,
sin mojarla, pues está más jugosa.
Se parte en trozos.
Se adoba con sal, ajo
y perejil machacados, un poquito de pimienta y nuez moscada, si se quiere.
Se deja en adobo una
media hora.
Pasado este tiempo se
dora en mitad de aceite y mitad de mantequilla o en aceite solo y se va
colocando en una cacerola.
En la grasa que quedó
se rehoga un pocillo de cebolla y una zanahoria pequeña, picadita, el laurel y
una docena de almendras crudas peladas y machacadas en el mortero, así como el
azafrán, también machacado y disuelto en un poquito de agua y 1/2 vasito de
jerez o vino blanco.
Se echa todo ello
sobre la gallina poniéndola a cocer bien tapada.
Si se consumiese el
caldo puede agregarse, pero muy poquito de cada vez hasta que esté cocida.
Una vez cocida la
gallina se separa de la salsa.
Esta se espesa con dos
yemas que se deshacen en la salsa fría y se dejan hervir con la salsa un
momento.
También se pueden
agregar las yemas cocidas y deshacerlas con un poquito de salsa.
Una vez espesada la
salsa se vierte sobre la gallina y todo caliente, se sirve.
Aves y caza - 03 .047
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