1 gallina, cebolla, ajo, perejil, zanahorias, sal, laurel,
vino blanco, trufas, 1 vejiga de cerdo, 200 g de carne de vaca y unos huesos de
rodilla, 1 trocito de jamón o de punta, que no esté rancio.
Pelada y limpia la
gallina se le cortan los alones, el pescuezo, las patas.
Con estos despojos,
los hígados, mollejas, etc., el hueso, la carne de vaca y el jamón o punta de
jamón, con unos trozos de cebolla, un diente de ajo, dos zanahorias pequeñas,
una ramita de perejil y media hojita de laurel, se hace un caldo poniéndolo a
cocer todo ello en agua fría.
La vejiga de cerdo se
deja remojar una hora en agua templada, frotándola de vez en cuando.
La gallina se parte en
trozos y se adoba, rociándola con vino blanco, se pican unos trocitos de trufa
chiquitos y todo ello se mete en la vejiga, se ajusta lo más posible para que
salga todo el aire, se ata bien y se pone a cocer en el caldo que le hemos
preparado anteriormente, esperando a que el caldo esté más bien frío.
Si se hincha mucho la
vejiga se pincha con mucho cuidado para que no se reviente y salga el aire.
Una vez cocida se
sirve con su salsa colada, unas alcachofas de lata y unas "zanahorias
glaseadas" pueden servirle de guarnición.
Aves y caza - 03 .047
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