Para 8 personas
Un hermoso hígado de oca de unos
Tiempo necesario: hora y
media.
Limpio el hígado como lo
hemos explicado (si es que se utiliza un hígado o sencillamente sacado de la
lata si se trata de un hígado al natural) procédase a trufarlo.
Para esto córtese la
trufa en trozos e introdúzcanse en el hígado, sea haciendo incisiones
profundas en el hígado (las incisiones se harán al bies), o bien haciendo
agujeros con un palito terminado en punta.
Nota.- Cuanto mayores sean los trozos de trufa, más selecto resultará el
plato.
Una vez trufado sazónese
con sal, pimienta y una pizca de especias; hecho esto envuélvase en la loncha
de tocino (ésta ha de ser sumamente delgada, como un papel) y déjese en reposo
en un sitio fresco durante dos horas.
Terminado este tiempo
póngase a cocer el hígado.
Para esto téngase, sea la
terrina especial, sea una cocotera de forma ovalada (el utensilio ha de ser
ajustado a las cantidades, es decir, que no ha de quedar libre más de un centímetro
entre el hígado y las paredes de éste).
En dicha cocotera
pónganse primero las cortezas de tocino (la parte grasosa debajo); encima, la
zanahoria y cebolla cortadas en rodajas finas, las escaloñas picadas y el
ramito de hierbas.
Encima colóquese el
hígado bien envuelto de tocino; añádase el jugo de ternera y el vino de Madera
(o un buen jerez oloroso)
Nota.- Siendo el recipiente ajustado a las cantidades, esta cantidad de jugo
y vino bastará; siendo mayor habrá que añadir más, pues el hígado se ha de
bañar ligeramente en este líquido.
Póngase a fuego vivo, y
cuando arranque el hervor tápese y métase al horno para que siga cociéndose
durante cuarenta y cinco minutos a hervor lento.
Terminado este tiempo
retírese la cocotera del horno, sáquese el hígado, escurriéndole, y déjese en
un plato al calor, tapándolo con una ensaladera u otra vasija apropiada.
Pásese el jugo por un
colador fino, échese lo pasado en una cacerolita, póngase al fuego vivo y
hiérvase hasta dejarlo reducido al volumen de cuarto de litro.
Deslíese la fécula con
dos o tres cdas de jugo frío; añádase a la salsa y hágase hervir durante
breves instantes hasta ligarlo; una vez ligado agréguese medio decilitro más
de vino de Madera o Jerez y déjese al calor.
Quítese el tocino que
envuelve el hígado y póngase en la cacerola de la salsa hasta calentarlo.
Para esto tápese y déjese
así durante doce minutos, vigilándolo para que no hierva (a los 6’ de cocción se da vuelta al
hígado para que se caliente bien por todo).
Presentación del
plato.- Cuando se vaya a servir
colóquese el hígado en una fuente redonda y bien caliente.
Caliéntese la salsa sin
que rompa el hervor; cuando esté bien caliente retírese del fuego y líguese
con 30 g de
mantequilla partida en trocitos; viértanse unas cdas por encima del hígado y
envíese lo restante en una salsera calentada.
Sírvase muy caliente.
Aves y caza - 03 .050
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