Se desplumad los pichones, se destripan y se lavan,
sazonándolos con sal fina y dorándolos luego en una sartén con manteca de vaca
caliente. Una vez dorados colóquense en una marmita, y, en la misma manteca que
han dejado, fríase una cebolla entera y una rama de perejil, uniéndolo todo a
los pichones, añadiendo un cacillo pequeño de caldo, y se cuecen a fuego lento.
Al tiempo de servirlos, sepárese la cebolla y el perejil, dejándoles sólo el
jugo. Basta con una hora de cocción.
Aves y caza - 03. - 045
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