Se mete mano a unos buenos chorizos, a ser
posible de matanza casera, de esos que se curan al humo de la hoja de laurel
Se envuelven bien en manteca de cerdo: se
meten en una olla panzuda de barro cocido, que se guarda en un lugar fresco, y
Cuando vayan a matar el hambre, se manducan a
lo cartujo -solos, o cortados en rodajas gordotas, se rehogan en una sartén o
se meten al horno.
Fuente: Alfredo Juderías
Conservas y embutidos - 07. - 031
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