Echar en una cazuela honda de barro como medio litro de vino blanco,
un par de ajillos a rodajas, una ramilla de perejil muy picado y una hoja de
laurel
Aparte, en una sartén a la lumbre con aceite, se van rehogando poco a
poco los trozos del pollo a los que ya habíamos sazonado
Cuando vayan tomando color se van pasando a la cazuela: se echa
también el aceite, se arrima a la lumbre y se deja hacer hasta que la carne
esté tierna
Nota: Recordar
que los pedacillos no se frian demasiado ya que deben cocinarse en la cazuela.
Fuente: Alfredo Juderías
Aves y caza - 03. - 031
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