8 morcillas, aceite, perejil.
Se
cortan las morcillas en gruesas rodajas -pueden ser de cebolla o de arroz, y la
cantidad dependerá del tamaño de las mismas, y se llevan a una sartén grande,
donde quepan holgadamente, con el aceite frío. Se pone la sartén al fuego, bien
tapada, y se oye el estrépito que organizan al freír; cuando disminuya, se
aparta la sartén del fuego, se espera unos momentos, se destapa, se da la
vuelta y se fríen por el otro lado, nuevamente protegidas por la tapa. Se
sirven con perejil picado. Pueden acompañarse con patatas fritas, ensalada,
etc.
51. Embutidos
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