Consejos en la compra y
conservación
Si las compramos crudas, deberemos
tocarlas y comprobar que su consisten-cia es dura y que la piel tiene un color
pardo brillante.
Podemos conservarlas a temperatura
ambiente durante unos meses y hasta congelarlas, pero para esto último lo
mejor es pelarlas.
Para congelarlas es mejor hacerlo
en recipientes de cristal que en bolsas de plástico.
Método para pelar las castañas
Hacemos un corte profundo en forma
de cruz en la cáscara de la castaña.
Introducimos las castañas en remojo
durante 15' en agua caliente.
Las escurrimos e introducimos en el
horno a 180 ºC hasta que la cáscara se comience a curvar pero sin que llegue a
tostarse la castaña por dentro.
Pelamos las castañas en caliente. Si
la piel interior no se hubiese despegado, volvemos a introducir las castañas de
pocas en pocas en agua hirviendo durante 1 minuto.
Las sacamos y las frotamos con un
trapo de cocina.
De este modo ya las tendremos
listas para consumir en el momento o para conservarlas en un almíbar o
congeladas.
¿Cómo utilizarlas?
Podemos utilizar las castañas,
crudas o conservadas, enteras o trituradas para elaboraciones de repostería
como tartas, pastelitos; cocerlas en leche con azúcar y desmigadas, o
confitadas en un jarabe de azúcar para obtener el famoso y delicioso
"Marrón Glacé" francés.
En cocina se utilizan
fundamentalmente para elaborar purés que acompañan a platos de caza.
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