Ideal para cenas improvisadas, la
combinación del perfume de la cebolla morada con el queso fundido es, como dice
su nombre, una auténtica delicia.
Tiempo
de preparación: 20 min. aprox.
Tiempo
de fermentación:
Tiempo
de horneado: 15 min. aprox.
Para 6 personas:
1/2
kg de pan de molde integral (cortado transversalmente)
4
cebollas de Figueras (cortadas en láminas)
8
lonchas de queso danés, tipo havarti, o emmental mantequilla
aceite
de oliva
pimienta
blanca
nuez
moscada
sésamo
en grano tostado
sal
de hierbas
Saltear la cebolla con una pizca de sal de
hierbas en una sartén con un ligero baño
de aceite. La sartén debe estar tapada para que la cebolla quede caramelizada
sin quemarse. Una vez dorada, reservarla para el relleno de la delicia.
Mientras se dora la cebolla, untar los
rectángulos de pan con una ligera capa de mantequilla. Para facilitar el
proceso se puede calentar la mantequilla
al baño María.
Condimentar el pan con la pimienta y la nuez moscada recién ralladas para darle
un sabor especial.
Una vez untados los rectángulos de pan, montar la primera capa del pastel distribuyendo una pequeña porción de cebolla
sobre el pan. Cubrir la cebolla con unas lonchas de queso danés y taparlo con la segunda capa de pan untado.
Repetir la misma operación repartiendo
equitativamente la cebolla y el queso en todas las capas.
Cuando
esté montado el pastel, barnizar
la superficie con mantequilla y
decorar con unas lonchas de queso, unos
aros de cebolla cruda y el sésamo
tostado.
Introducir
el pastel en el horno
caliente a 150°C y calentarlo
unos 10', justo lo necesario para fundir el queso.
14. Entrantes
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