4 chuletas
de 150 g cada una, 150 g de cebollas, 20 zanahorias pequeñitas, medio litro de
caldo, 1 clavillo de especia, manteca, mantequilla o aceite fino para
freírlas, sal y pimienta.
Fríanse las chuletas por espacio de tres minutos por
cada lado, retírense de la sartén y consérvense al calor.
Echese el caldo en la sartén, y cuando rompa el hervor
pásese y resérvese; pónganse las chuletas en una cacerola, distribuyendo en los
huecos las zanahorias, que han de ser diminutas (si no, córtense varias
grandes en pedazos, moldeándolas en forma de pequeñas); agréguense también las
cebollas, incrustando en una de ellas un clavillo de especia: viértase por
encima el caldo, agregando, si es necesario, algo más del indicado; póngase la
cacerola sobre el fuego y déjese cocer a poco hervor durante una hora.
Si las zanahorias se cuecen antes retírense a un
plato.
Colóquense las chuletas en una fuente; pónganse las
zanahorias alrededor (las cebollas no suelen servirse, mas, gustando, podrán
intercalarse en las zanahorias).
Pásese la salsa, desengrásese, rectifíquese la sal,
caliéntese y viértase por encima de las chuletas.
Sírvase.
Carnes - 05. - 050
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