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domingo, 30 de septiembre de 2012

Salsa blanca (4)

90 g de manteca, 30 g de harina, 3 decilitros de agua caliente, sal y una pizca de pimienta.

Se ponen en una cazuela de la cabida de un litro los 30 g de harina y 30 g de manteca, añadiéndoles la sal y la pimienta; luego, cuando se ha hecho una especie de pasta, se les echa 2 decilitros y medio de agua; se le da vueltas a todo en la lumbre hasta que rompa a hervir. Esta mezcla no debe dar menos de 3 decilitros, y debe adquirir consistencia bastante para que cubra el revés de la cuchara con una capa de 2 mm. Entonces se le añaden los 60 g restantes de manteca cortada en pedazos para que se derrita más fácilmente; se retira del fuego y se remueve circularmente hasta que la manteca esté completamente derretida. Así, ya está hecha la salsa.

Observación:
En el caso de que estuviera la salsa demasiado espesa, lo que pudiera acontecer a pesar de las dosis que indicamos porque ciertas harinas espesan más que otras, se añade el medio decilitro de agua que quedaba, o la mitad solamente, según lo que se vea que es necesario. Se hace que hierva de nuevo. Esto habrá de hacerse antes de añadir los 60 g de manteca restantes; luego se le añade ésta y ya se puede dar por terminada la salsa.

31. Salsas

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