Téngase la gallina
muerta y bien desangrada, sin desplumarla.
Téngase preparado un
barreño con agua fría y dos puñados de ceniza de carbón vegetal.
Introdúzcase la gallina y
téngase en remojo por espacio de veinticuatro horas.
Retírese, lávese,
desplúmese, váciese y déjese descansar por otras veinti-cuatro horas.
Puede entonces guisarse.
Aves y caza - 03 .050
No hay comentarios:
Publicar un comentario